Los bautistas: aplicando el evangelio

“…y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”
Miqueas 6:8

Los bautistas declaran que los cristianos tienen la responsabilidad tanto de compartir el evangelio como de aplicarlo a toda dimensión de la vida. El evangelista bautista Billy Graham escribió, “Nosotros como cristianos tenemos dos responsabilidades. Una es proclamar el evangelio de Jesucristo como la única respuesta a la necesidad más profunda del hombre. La segunda es aplicar de la mejor manera posible los principios del cristianismo a las condiciones sociales que nos rodean.”

La aplicación de los principios del cristianismo a las condiciones sociales exige tanto el ministerio como la acción social. Estos dos están entrelazados pero son distintos. El ministerio incluye esfuerzos por sanar las heridas de la gente—espirituales, físicas, mentales, y emocionales. La acción social genera esfuerzos por cambiar las circunstancias que causan las mismas heridas. El ministerio es correctivo en su enfoque. La acción social es preventiva. Por ejemplo, alimentar a la gente que se muere de hambre es una forma de ministerio. Trabajar para eliminar la causa del hambre es una clase de acción social.

Las bases para la aplicación del evangelio

Los esfuerzos bautistas por corregir las injusticias de nuestro mundo se apoyan de manera sólida sobre el cimiento de creencias bautistas como el señorío de Cristo y la autoridad de la Biblia.

El señorío de Cristo nos llama a esforzarnos por llevar a cabo una orden social caracterizada por el amor y la justicia. Jesús es Señor de todo (Juan 1:3; Filipenses 2:9-11). Él enseñó que no debemos solamente profesar que él es Señor (Juan 13:13) sino también vivir de acuerdo a su señorío (Lucas 6:46). El Señor de toda la creación desea que hagamos según lo que él nos ha enseñado y que sigamos su ejemplo (Mateo 7:21-27).

Jesús enseñó que el Gran Mandamiento es amar a Dios y a los demás; el cual proporciona una pauta tanto para llevar delante la vida cristiana como para aplicar el evangelio a toda dimensión de la vida (Mateo 22:36-40). Jesús anuncia su ministerio en términos que revelan que se interesa por todo aspecto de la vida (Lucas 4:18-19). Las enseñanzas del Señor se dirigen a cuestiones específicas relacionadas con las instituciones de la sociedad, como la familia y el gobierno (Mateo 19:3-12; 22:15-22). Jesús dejó un ejemplo de servicio sacrificial y ordenó a sus discípulos a que tomaran su cruz y lo siguieran a él (Mateo 16:24).

La Biblia declara las normas de Dios para todas las dimensiones de la vida humana…para individuos, familias, iglesias, la economía y los gobiernos…y llama a la gente a luchar por cumplir esas normas.

El Antiguo Testamento documenta la voluntad de Dios para las instituciones de la sociedad. Los profetas condenaron la avaricia y la injusticia porque violaban la voluntad de Dios. Los profetas anunciaron el desagrado profundo de Dios con los que corrompían la sociedad, oprimían a los pobres, hacían la guerra injusta y hacían caso omiso de la condición precaria de los indefensos. Pregonaban por cambios que erradicaban el mal y establecían el bien (Jeremías 5:25-29; Oseas 6:6; Amós 5:21-24; Miqueas 6:6-8). Dejaron un modelo para el ministerio profético del creyente igual al de creyente sacerdote.

El Nuevo Testamento registra que los cristianos de las iglesias primitivas enfatizaban que la voluntad de Dios era una orden social justa, humanitaria, y moral. En un mundo en que los oficiales de gobierno muchas veces eran corruptos, los líderes de la iglesia exponían la ley de Dios de que los oficiales sirvieran el bienestar de los ciudadanos (Romanos 13:1-7). En un momento en que mucha gente como las mujeres y los esclavos fueron tratados como inferiores, los líderes cristianos anunciaban la igualdad de todos en Cristo (Gálatas 3:28). El patrón común social de favorecer a los ricos y menospreciar a los pobres fue condenado por los líderes de la iglesia (Santiago 2:1-9).

Métodos de aplicar el evangelio

Los bautistas han empleado un buen número de métodos para aplicar el evangelio a toda dimensión de la vida. Algunos de éstos son elaborados para fortalecer las instituciones primarias del orden social, como la vida familiar, los negocios y el gobierno. Otros tratan con los males de la sociedad, como la injusticia, la corrupción y la inmoralidad.

Los individuos bautistas fortalecen el orden social viviendo de acuerdo a las enseñanzas de la Biblia en la vida cotidiana…en familia, en el trabajo, en la política, en la iglesia y el recreo…y además por su participación en los esfuerzos por corregir las condiciones que perjudican estas esferas. Las iglesias bautistas, las asociaciones de iglesias y las convenciones, a través de varios esfuerzos organizados, se esfuerzan por desarrollar una orden social más justa y humanitaria.

Los bautistas creen que el evangelismo auténtico junto con el discipulado traerán un cambio social positivo. La acción social por sí sola no es el evangelismo, y el evangelismo por sí solo no es acción social. Sin embargo, el evangelismo que resulta en la conversión puede crear en las personas un deseo por ayudar a mejorar las condiciones de la vida de los demás. El evangelismo verdadero junto con el discipulado resultan en vidas cambiadas, y estas vidas cambiadas ayudan a cambiar el mundo.

Los bautistas predican, enseñan y escriben para exponer las normas de la Biblia para el orden social, para desafiar las prácticas malas, y para animar a los individuos y las organizaciones involucrados en la acción social positiva. Los predicadores bautistas han proclamado las enseñanzas Bíblicas acerca del cambio en las condiciones del mundo. Los autores bautistas han escrito cantidades sobre la necesidad de aplicar el evangelio a toda dimensión de la vida.

Los bautistas han utilizado los boicoteos y las manifestaciones públicas para provocar el cambio social. Ellos buscan puestos de funcionarios electos y también animan a la gente a votar en las elecciones. Presionan a los oficiales del gobierno a tratar constructivamente con problemas que acosan la sociedad, tales como la contaminación, la pornografía, la pobreza, el hambre y el racismo. Se unen con otras denominaciones y forman organizaciones para tratar con problemas sociales específicos como el abuso de niños, el abandono de la santidad de la vida, la ebriedad y las violaciones de la libertad religiosa.

A veces los bautistas han participado en el conflicto armado para lograr una sociedad más justa, como en el caso de la Revolución Americana. Generalmente, las actividades de los bautistas han sido pacíficas, como actos de desobediencia civil en las luchas para la libertad religiosa y las campañas a favor de la justicia racial.

Desafíos para aplicar el evangelio

Los intentos por aplicar el evangelio a la orden social se encuentran ante muchos desafíos. Cuando los individuos, las iglesias y otras organizaciones bautistas procuran seguir el mandato de Jesús de ser sal y luz (Mateo 5:13-14), muchas veces hacen frente al rechazo y la hostilidad. Vivir el evangelio requiere un valor excepcional en muchas ocasiones.

La vivencia del evangelio también es difícil porque muchas veces falta el acuerdo sobre cuáles problemas deben ser enfrentados. Además, se pueden estallar desacuerdos adicionales en cuanto a qué métodos usar para tratar con un problema específico.

Algunos cuestionan la validez de los esfuerzos cristianos por corregir los males sociales. Tales dudas pueden estorbar la aplicación del evangelio a toda dimensión de la vida.

La apatía y la indiferencia juegan un papel muy grande en frustrar los intentos por aplicar el evangelio eficazmente. Desafortunadamente, mucha gente les deja a otros la tarea difícil de luchar por la justicia y la rectitud en el mundo.

Los bautistas procuran superar estos retos de varias formas. Le instan a la gente a buscar la guía y el poder del Espíritu Santo para escoger cuáles problemas sociales deben enfrentar y qué métodos usar. Animan a las iglesias a enseñar lo que dice la Biblia acerca de vivir el evangelio. Forman organizaciones denominacionales para remediar los problemas sociales. Cooperan con gente de otras denominaciones en atacar los males de la sociedad.

Conclusión

Los individuos, las iglesias y otras organizaciones bautistas buscan aplicar el evangelio del Señor Jesucristo a toda dimensión de la vida. Los bautistas están activos en el evangelismo y el ministerio, pero también participan en acciones específicas para lograr una orden social más justa y humanitaria. Pagan el precio por hacerlo porque esperan que el mundo llegue a ser un lugar mejor, porque creen que es la enseñanza de Cristo, y porque es la realidad de Cristo en ellos para hacerlo (Gálatas 2:20).

“Ciertamente nosotros como ciudadanos cristianos no tenemos ningún derecho de conformarnos con nuestra orden social hasta que los principios de Cristo
se apliquen a toda la humanidad.”
Billy Graham
El mundo en llamas, p. 187