Autonomía bautista: dificultades y beneficios

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
Mateo 18:20

Un caleidoscopio de ideas equivocadas, inquietudes, amenazas y desafíos rodean la práctica de la autonomía bautista. Sin embargo, los beneficios sobrepasan las dificultades que conlleva la autonomía.

Las iglesias bautistas son autónomas bajo el señorío de Cristo. Ningún individuo ni grupo de bautistas ajenas a la iglesia tiene autoridad para imponer la doctrina y la forma de gobierno bautistas de ella.

Algunas ideas equivocadas sobre la autonomía bautista

La denominación bautista está integrada de varias entidades, que incluyen congregaciones locales, asociaciones de iglesias, convenciones estatales y nacionales, y varios otros grupos. Según la forma de gobierno bautista, cada una de ellas tiene autonomía.

Sin embargo, a veces la atribución de autonomía se malentiende. Por ejemplo, unos piensan en términos de “niveles” en la vida bautista, como el nivel de la iglesia local, nivel de la asociación, nivel de la convención estatal y nivel de la convención nacional. La idea es que los niveles más altos comprenden los niveles más bajos y tienen autoridad sobre ellos. El gobierno bautista no consiste en esto.

Las convenciones nacionales no se componen de las convenciones estatales. Las convenciones estatales no se componen de las asociaciones. Al contrario, cada una es un cuerpo bautista autónomo. Además, ninguna de tales entidades tiene autoridad sobre la otra. Por ejemplo, las acciones tomadas por una convención bautista de alcance nacional, no tiene ninguna autoridad sobre los cuerpos estatales, las asociaciones ni las iglesias bautistas locales.

De igual manera, la iglesia local no tiene autoridad sobre las asociaciones o convenciones. Además, las asociaciones y las convenciones, siendo autónomas, tienen el derecho de determinar quiénes serán aceptados o recibidos como mensajeros y de decidir con cuáles otras organizaciones bautistas se van a asociar y con cuáles no.

Algunos asuntos relacionados con la autonomía bautista

Aún cuando se entienda el concepto básico de la autonomía bautista, la aplicación de la misma en la complejidad de la organización bautista no siempre queda clara.

Antes cuando la vida bautista consistía principalmente en congregaciones pequeñas de creyentes bautizados, la autonomía era un asunto sencillo. A medida que las asociaciones bautistas, sociedades, convenciones estatales y nacionales e instituciones de varios tipos han ido evolucionando como parte de la vida bautista, las cuestiones de autonomía no son tan sencillas como las eran antes.

Por ejemplo, hay preguntas en cuanto a la autonomía de instituciones bautistas como las universidades, entidades de cuidado para ancianos y niños, y centros de atención médica. Si todos o algunos de los miembros de la mesa directiva de una institución bautista son elegidos por otra entidad bautista, como una convención estatal o nacional, ¿qué autonomía tiene la institución?

Otros asuntos de autonomía tienen relación con las congregaciones locales. Algunos de ellos tienen que ver con la plantación de nuevas iglesias. Por ejemplo, una estrategia exige que una asociación bautista, convención estatal e iglesia local patrocinen a la iglesia nueva. Generalmente, la selección del pastor no está solamente en manos de la nueva congregación sino que incluye también a las entidades patrocinadoras. Esto no se considera violación de la autonomía porque el grupo todavía no se ha constituido en una iglesia.

Algunas posibles amenazas a la autonomía bautista

Hoy día hay amenazas a la autonomía bautista. Vienen de afuera de las congregaciones locales y de adentro.

Las amenazas de afuera de las congregaciones vienen cada vez que alguna organización intenta determinar lo que la iglesia debe creer o cómo debe conducir su ministerio. A veces los gobiernos seculares imponen tal presión. Los bautistas se han resistido, aferrándose a su creencia en la libertad religiosa y la separación de la iglesia y el estado.

Las organizaciones bautistas fuera de la iglesia puede que ejerzan tal presión. Un ejemplo conocido es un esfuerzo de las asociaciones bautistas, convenciones estatales y nacionales, por obligar a las iglesias a aceptar ciertas declaraciones doctrinales bajo la amenaza de terminar la relación y/o el apoyo económico en el caso contrario.

Aunque tales esfuerzos infrinjan la autonomía de la iglesia local, se debe tomar en cuenta de que cada organización bautista también es autónoma y tiene el derecho de determinar con cuáles iglesias seguirá en relación. Además, una iglesia no tiene que ceder a tales presiones pero es libre para hacer lo que cree es la voluntad de Dios para si misma. Por ejemplo, una asociación puede decir “no” a lo que una iglesia quiere, y una iglesia puede decir “no” a lo que una asociación quiere.

Una amenaza a la autonomía de dentro de la iglesia surge cuando los miembros no ejercen principios bíblicos y ceden a las presiones de las organizaciones ajenas. Los miembros de la iglesia han de vencer cualquier apatía, ignorancia o temor que los lleve a abandonar el concepto atesorado y bíblico de la autonomía.

Algunos retos en cuanto a la autonomía bautista

Ciertos asuntos necesitan ser resueltos de modo que la autonomía de la iglesia local funcione de una forma positiva. Por ejemplo, la denominación entera no tiene autoridad sobre una iglesia enproblemada. Si una iglesia se comporta de una forma deshonrosa, la denominación no puede exigir ningún cambio de conducta ni siquiera remover el nombre “bautista”. Si la iglesia sufre conflictos internos, ninguna entidad denominacional puede forzar una resolución del conflicto. Si una iglesia cae en una crisis económica, no hay ninguna obligación de que la denominación la rescate. Aunque la iglesia pida ayuda de una organización denominacional bautista, no por eso cede su autonomía.

Otro asunto tiene que ver con pastores y otros quienes son contratados por iglesias y varias organizaciones bautistas. La denominación en sí misma no tiene autoridad ni para disciplinar ni para proteger tales personas porque son contratadas por organizaciones bautistas autónomas y no por la denominación.

Otro desafío tiene que ver con cumplir el mandato bíblico de las misiones,educación cristiana, y la benevolencia. Si se lleva a un extremo, la autonomía pudiera resultar en un aislamiento de la iglesia que le impide realizar todo lo que es capaz de hacer en las misiones y el ministerio. Cuando se interpreta la autonomía para decir que los individuos o iglesias están libres para hacer lo que les plazca, los resultados son negativos. El señorío de Cristo siembre debe permanecer primordial. Los individuos y las iglesias son libres para hacer lo que agrada a Cristo.

Los bautistas han procurado tratar posibles impactos negativos a la autonomía por medio de la cooperación voluntaria, el tema de otro artículo en esta serie.

Los beneficios de la autonomía bautista

Si bien existen dificultades con la autonomía, entonces ¿por qué preservarla? Una razón fundamental es que se basa en verdad bíblica. Si no por otra razón que ésta, los bautistas deben mantenerse firmes en la autonomía de iglesias.

La autonomía también ayuda a los bautistas a vivir de acuerdo a otros conceptos principales como el gobierno congregacional, el sacerdocio de todo creyente y la competencia del alma. Además, la autonomía le permite a cada congregación particular determinar la mejor forma de alcanzar y ministrar a la comunidad en la cual se encuentra. La autonomía puede enriquecer la flexibilidad y la creatividad.

La autonomía de la iglesia fortalece la verdad de que en la iglesia bautista cada miembro es responsable por ella. Tal sentido de responsabilidad puede llevar a los miembros a identificarse fuertemente con la iglesia y poner de su parte en fortalecer la salud de la iglesia y llevar a cabo sus ministerios.

Además, la autonomía provee una defensa ante las demandas legales. La denominación no es responsable por las acciones de una congregación local, y la congregación no es responsable por las acciones de cualquier otra iglesia o entidad de la denominación bautista.

Conclusión

La autonomía de la iglesia bautista se ha preservado a lo largo delos siglos con gran sacrificio. La presente generación debe esforzarse diligentemente por dejar este principio bíblico como legado a las generaciones venideras.

“Para muchos bautistas, la autonomía ha llegado aser anarquía. Ello resulta cuando una iglesia o un individuo bautista dice, ‘Puedo hacer lo que me agrade!’ Ambos deben hacer lo que le agrada a Cristo y cumple su voluntad.”
Herschel H. Hobbs
The Baptist Faith and Message
(La fe y el mensaje bautistas)