Los bautistas y las misiones

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Mateo 28:19-20

Los bautistas a lo largo del mundo están comprometidos con las misiones y el evangelismo. Los dos términos son relacionados pero distintos. El evangelismo abarca compartir el evangelio de Jesucristo en palabra y hecho con la gente. Si bien es cierto que todo cristiano está “en misión”, las misiones requiere enviar a las personas a compartir el evangelio con personas con los que de otra manera no tendrían contacto. Ser enviado por Jesús en misión es parte de lo que significa seguirlo a Él (Juan 20:21).

El trasfondo de las misiones bautistas

Hoy en día, los bautistas son gente misionera. Esto no siempre ha sido el caso, especialmente en cuanto a las misiones a pueblos en lugares lejanos y culturas diferentes. En cierto momento, los bautistas se concentraban en el evangelismo de aquellos que estaban cerca y semejantes a ellos en su idioma, cultura y geografía.

Sin embargo, a finales de los 1700’s, las misiones mundiales empezaron a hacerse parte vital de la vida bautista. Un líder que influyó en el cambio fue William Carey, un pastor bi-vocacional de Inglaterra. Carey era un estudiante brillante tanto de la Biblia como de los lenguajes y las culturas del mundo. Su estudio de la Biblia lo llevó a creer que Dios quería que toda la gente en todas partes escuchara el evangelio. Otros bautistas se unieron para formar la Sociedad Misionera bautista en otoño de 1792. La sociedad comisionó a Carey como misionero a la India.

El espíritu misionero se extendió a los Estados Unidos. Ana Hasseltine Judson y su esposo, Adoniram, juntos con Luther Rice fueron nombrados misioneros congregacionales a la India en 1812. En el viaje por mar a la India y poco después, un estudio cuidadoso de la Biblia los llevó a hacerse bautistas. Poco después Rice regresó a los Estados Unidos para solicitar apoyo de los bautistas para los Judsons. En gran parte, como resultado de los esfuerzos de Rice, los bautistas formaron su primera organización nacional; fue dedicada a las misiones.

Los bautistas siguieron con sus esfuerzos en las misiones locales pero también llegaron a ser gente de misiones mundiales. Hoy muchas organizaciones bautistas en muchos países envían y apoyan a miles de misioneros en todas partes del mundo.

Las bases para misiones

La mayoría de los bautistas creen firmemente que la Biblia enseña que las misiones son imperativas, no opcionales, y que la cooperación voluntaria entre individuos e iglesias a favor de las misiones está en acuerdo con la práctica de las iglesias del Nuevo Testamento. Ellos establecen organizaciones para llevar a cabo las misiones a un nivel mundial.

La creencia en el señorío de Cristo es fundamental para los bautistas. Como Señor, Cristo manda que el evangelio sea llevado a toda la gente en todas partes (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). Además, Jesús dejó un ejemplo de empeño misionero y nos llama a seguirlo a él (Mateo 16:24; Lucas 9:59; 1 Pedro 2:21).

Los bautistas creen que la Biblia tiene la autoridad para la doctrina y el gobierno. La Biblia es un libro misionero, no solo un libro acerca de las misiones. Desde su comienzo en Génesis (12:1-3) hasta su conclusión en Apocalipsis (5:9; 7:9) la Biblia proclama el deseo de Dios de que toda la gente del mundo lo conozca a él y su salvación. Para compartir estas buenas nuevas hay que enviar cristianos a difundir la palabra de salvación (Romanos 10:8-15). Van en el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8) sabiendo que el que crea en Jesús puede ser salvo (Juan 3:16; Romanos 10:13).

La Biblia demuestra que los primeros seguidores de Cristo creían en las misiones. Ellos anunciaban que el evangelio era para todos en todas partes. Respaldaron sus palabras con hechos. Las primeras iglesias enviaron a misioneros que superaron barreras de geografía, lengua y cultura para difundir el evangelio (Hechos 13 ff). Hemos de seguir su ejemplo.

Clases de actividad misionera

La actividad misionera incluye el evangelismo personal y la plantación de iglesias así como ministerios variados como medicina, educación y agricultura. Todos estos incluyen compartir el evangelio.

Antes se consideraba las misiones en términos de lugares específicos, y se enviaba a misioneros a trabajar en lugares locales, asociacionales, regionales, nacionales e internacionales. Aunque a menudo sigue siendo el caso, la geografía ya no se considera como el único factor organizador. Dondequiera que haya gente sin el evangelio, hay un sitio para las misiones. En determinado tiempo, se esperaba que los cristianos enviados a las misiones permanecieran de por vida. Los misioneros de carrera siguen siendo una parte vital de misiones. Sin embargo, muchos otros individuos ahora participan en misiones, como misioneros a corto plazo y voluntarios.

En el pasado, las iglesias participaban en las misiones principalmente por medio de enviar dinero y exhortarles a los cristianos a servir como misioneros. Hoy en día las iglesias continúan haciendo estas cosas, pero muchas también participan directamente en actividades misioneras. Ellas regularmente envían grupos para realizar varias clases de servicio misionero. Las organizaciones denominacionales están disponibles para asistir en la coordinación de estos esfuerzos.

Además de las iglesias, los colegios bautistas, las instituciones para el cuidado de niños, y los centros médicos llevan a cabo el servicio misionero. Organizaciones bautistas integradas de voluntarios pueden funcionar efectivamente en las misiones.

Cada vez más los bautistas alrededor del mundo están participando en las misiones. Había un tiempo en que muchas áreas solo recibían misioneros, pero ahora forman una parte vital de enviarlos.

El apoyo para las misiones

Los bautistas apoyan las misiones de varias formas. Las iglesias les mandan a organizaciones misioneras una porción de los diezmos y las ofrendas de sus miembros, invierten dinero en sus propias actividades misioneras, y exhortan a cristianos a considerar si Dios los está llamando al servicio misionero. Varias entidades denominacionales bautistas apoyan las misiones. Las agencias y sociedades misioneras proveen capacitación y apoyo para misioneros de carrera así como para voluntarios. Las convenciones y uniones animan el apoyo financiero y la oración por las misiones. Las organizaciones femeniles sirven eficazmente en la educación misionera, la oración, el levantamiento de fondos y la acción misionera. Los colegios, las universidades y los seminarios ofrecen capacitación para misioneros, patrocinan conferencias misioneras y proveen cursos sobre misiones.

Los bautistas hacen un papel importante como individuos en el apoyo misionero. Ellos oran por los misioneros, los animan, ofrendan para misioneros y actividades misioneras, y comparten la vida de sus hijos e hijas para llevar a cabo las misiones.

El apoyo financiero para las misiones de parte de los bautistas siempre es voluntario. Sin embargo, se hacen súplicas fervientes para que la gente ofrende sacrificialmente para el apoyo misionero. La denominación bautista ha desarrollado varias formas, como por ejemplo el Programa Cooperativo, para canalizar donaciones voluntarias para las misiones.

Los desafíos para las misiones

Existen desafíos para las misiones hoy día así como en el pasado. Algunos desafíos vienen de dentro de la familia bautista. Las perspectivas extremas sobre la predestinación y la autonomía de la iglesia local disminuyen el apoyo para las misiones. Los individuos y las iglesias enfocados hacia adentro en vez de tener una perspectiva mundial dejan de llevar a cabo el imperativo misionero de la Biblia. Conflicto dentro de la denominación amenazan a desviar la atención de misiones y a debilitar el apoyo para las misiones.

Por otro lado, tendencias confusas y complejas crean serios desafíos externos. El nacionalismo acrecentado combinado con el resurgimiento de las religiones mundiales obstruyen los esfuerzos misioneros en muchos lugares. Varias cosmovisiones que impiden el evangelismo, como el materialismo, relativismo y universalismo, también afectan las misiones. Formas anticuadas de realizar las misiones reducen su efectividad.

Quizás el desafío mas grande es el de conseguir fondos adecuados y el personal para suplir la enorme necesidad misionera en el mundo. Jesús dijo, “A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.” Sigue siendo la verdad hoy día. Entonces oremos, como enseñó Jesús, que el Señor de la mies, “envíe obreros a su mies” (Mateo 9:37-38).

Conclusión

Los bautistas han escrito y siguen escribiendo un gran capítulo en la historia de las misiones. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Mientras que los bautistas sirven en los campos misioneros del mundo, ofrendando y orando por ello, Dios los puede usar para hacer un impacto significativo en la vida de millones.

“La herejía atroz de la cual puede ser culpable la iglesia es la de ignorar o repudiar su obligación misionera.”
H. E. Dana
Manual de eclesiología, p. 233