Gobierno eclesial congregacional: un desafío

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.”
Filipenses 2:3

El gobierno eclesial congregacional bajo el señorío de Cristo es un principio bautista básico fundamentado en la Biblia. Sin embargo, hoy en día este ideal conlleva muchos retos.

Razones aparentes por la debilitación del gobierno congregacional

Los que observan la iglesia bautista citan varios factores que ponen a prueba el gobierno congregacional. En algunas iglesias existe un modelo empresarial. El pastor funciona como “CEO” con el poder de tomar decisiones unilaterales sobre las finanzas de la iglesia, el personal, los programas y aún a veces hasta los requisitos para la membresía. En otras iglesias, un grupo, como los diáconos o los ancianos gobernantes, sirven en una capacidad semejante a la junta directiva de una empresa comercial.

A menudo la justificación principal presentada por un gobierno eclesial “vertical” es que es eficiente. Las decisiones son tomadas por una persona o unas pocas personas sin la necesidad de consultar con un gran número de personas en reuniones de comités o negocios. Claro que los principios empresariales sabios deben ser bienvenidos en una iglesia. Sin embargo la conveniencia no debe ser la guía para la organización básica de la iglesia.

Los modelos del CEO y la mesa directiva pueden parecer eficientes, pero muchas veces producen conflictos destructivos en una iglesia bautista. La mayoría de los conflictos serios en la iglesia surge por cuestiones de liderazgo, y muchos de ellos irrumpen cuando un pastor procura tomar control. En muchas ocasiones tales conflictos terminan con el despido del pastor. El mismo asunto produce también divisiones en las iglesias. Claro que la culpa no siempre la tiene una persona o grupo, pero la causa básica es a menudo el intento por debilitar el gobierno congregacional.

El desafío al gobierno congregacional podría venir no de pastores, diáconos, o ancianos que demandan autoridad, sino de unos pocos miembros de la iglesia que logran obtener mucho poder. Siempre y cuando unas pocas personas obtengan control, el gobierno congregacional se desvanece.

Algunos factores básicos que debilitan el gobierno eclesial congregacional

Los que observan las iglesias bautistas señalan otros factores que contribuyen a la falta de alcanzar el ideal bíblico del gobierno congregacional eclesial. Un factor fundamental podría ser el número de miembros de la iglesia que son inmaduros en su crecimiento cristiano. El gobierno congregacional eficaz depende de que la congregación esté integrada de personas que no solo hayan sido redimidas por Cristo sino también que estén creciendo hacia la madurez sana en Cristo. Las personas que no han experimentado la salvación por gracia por medio de la fe no encarnan las cualidades necesarias para una participación efectiva en el gobierno congregacional, tales como el concepto bíblico del sacerdocio de los creyentes y la suficiencia del alma.

De la misma manera, los que no han experimentado el crecimiento y el discipulado cristianos de una forma verdadera (1 Corintios 3:1-14) también podrían carecer de la actitud de un siervo quien vive con un profundo compromiso de seguir a Cristo como Señor (Filipenses 2:5-11). El ejercicio eficaz del gobierno congregacional eclesial requiere que las personas deseen seguir la voluntad de Cristo para la iglesia y que busquen entendimiento y sabiduría de otros sacerdotes creyentes.

La apatía y la indiferencia también debilitan el gobierno congregacional al contribuir a una asistencia baja a las reuniones congregacionales y otras actividades que se tratan del gobierno eclesial. Tal falta de participación deja un vacío, permitiendo así que aquellos que están dispuestos a participar ejercitan control sobre la vida de la iglesia.

Otro factor básico en la falta del gobierno congregacional verdadero podría ser que muchos simplemente no entienden como funciona. La falta de educación en cuanto a las creencias y el gobierno bautistas ha dejado a muchos con un conocimiento escaso del cómo y del por qué del gobierno congregacional.

¿Por qué es importante el gobierno congregacional?

Otra razón por la falta de esfuerzo por velar porque funcione bien el gobierno congregacional en una iglesia es que los miembros no lo consideran como algo de verdadera importancia. Sin embargo, el gobierno congregacional es de alta importancia.

El gobierno congregacional es importante porque dice mucho acerca de las creencias básicas de una iglesia. Por ejemplo, la falta de seguir lo que creemos que la Biblia enseña acerca del gobierno, pone en tela de duda nuestro compromiso con la autoridad de la Palabra de Dios. Una falta del gobierno congregacional también podría demostrar que una iglesia no está comprometida con la suficiencia del alma y el sacerdocio de creyentes; si una sola persona o un grupo de personas gobierna la iglesia, se menguan estas doctrinas básicas.

El gobierno congregacional eclesial también es importante para el desarrollo de la madurez cristiana en los miembros. Una falta de practicar el gobierno congregacional puede entorpecer el desarrollo espiritual de sacerdotes creyentes, quitándoles oportunidades de ejercer su suficiencia del alma y sacerdocio como creyente. Una participación plena por todos los miembros en la vida de la iglesia le permite a cada uno desarrollar las cualidades ministeriales que Dios le ha dado (Efesios 4:1-15).

Tal desarrollo beneficia no solo al miembro individual sino también a la iglesia entera. Así el gobierno congregacional es importante porque puede contribuir a la vitalidad de la iglesia. Al tener los miembros un sentido común de participación, es probable que cumplan más con sus responsabilidades. Tener una voz en las decisiones de la iglesia a menudo motiva a los miembros a ayudar en ponerlas en práctica.

El gobierno congregacional es importante también para la sociedad en general, y no solo para la iglesia. La participación en los procesos democráticos de tal gobierno prepara a las personas para una participación en nuestra democracia política. De hecho, nuestra democracia política debe mucho al concepto bautista de gobierno congregacional.

Algunos historiadores han enseñado que el gobierno congregacional nació en el tiempo en que la civilización occidental se movía hacia la democracia en el entorno político. Así se ha planteado que la democracia bautista solo refleja la democracia secular y no es un elemento esencial de la vida eclesial.

Sin embargo, el gobierno congregacional bautista no se fundamenta en la democracia secular. Se basa en las enseñanzas de la Biblia. De hecho, la democracia política le debe mucho a los conceptos espirituales de los bautistas y otros quienes pregonaron por la libertad y los derechos y las responsabilidades que responden a verdades bíblicas. Por ejemplo, un historiador escribió en los 1800s que Thomas Jefferson, autor de la Declaración de Independencia, asistió a varias reuniones—incluso unas de negocio—de una iglesia bautista cerca de su hogar, y al observar la democracia en acción, reconoció la importancia de los bautistas en el desarrollo de la democracia Americana.

Maneras de fortalecer el gobierno congregacional eclesial

Ya que el gobierno congregacional eclesial es menester para la identidad bautista e importante para el bienestar de las iglesias, de miembros individuales y de nuestra sociedad, se deben dar pasos para fortalecer el mismo.

Se han sugerido varias maneras: Esforzarse por mantener una membresía eclesial de personas regeneradas y espiritualmente maduras. Poner un énfasis mayor en el evangelismo y crecimiento cristiano. Orar por la participación saludable de todos los miembros en la gobernación. Educar a los miembros sobre la importancia del gobierno congregacional eclesial y la relación del mismo a otras creencias bautistas básicas. Enseñar a los miembros cómo se debe organizar y funcionar una iglesia bautista; una clase para miembros nuevos debe incluir esta información. Incluir en el proceso de seleccionar al pastor y los diáconos un énfasis en el gobierno congregacional, el sacerdocio de los creyentes y la competencia del alma.

Ciertamente, las iglesias, especialmente aquellas con membresías numerosas, enfrentan retos particulares en cuanto a la participación de la membresía entera en el gobierno congregacional. Sin embargo, a través de la participación de los miembros en grupos y comités, la delegación de ciertas decisiones a esos grupos, y reuniones congregacionales en las que todos los miembros pueden expresarse y votar, es posible conservar las bases del gobierno congregacional.

Conclusión

El gobierno eclesial congregacional está estrechamente relacionado a otras convicciones bautistas basadas en la Biblia. Cada bautista puede tomar parte no solo en preservar sino también en enriquecer esta convicción valiosa.

«Aunque los bautistas por tradición se aferran firmemente al concepto del gobierno eclesial congregacional, existen amenazas a su práctica sostenida y efectiva—tanto desde afuera como adentro de la familia bautista.”
Ebbie Smith
Beliefs Important to Baptists
(Creencias importantes para los bautistas)