Los bautistas y el evangelismo

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Romanos 10:17

Los bautistas están comprometidos con el evangelismo, que consiste en compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo para que otros crean en Jesús como Señor y Salvador. El compromiso con el evangelismo como prioridad es evidente en casi todo aspecto de la vida bautista.

Las bases del evangelismo

El evangelismo no es un asunto marginal, sino una parte integral de quiénes son los bautistas. El énfasis bautista en el evangelismo no se basa en nada menos que las creencias y las prácticas que integran los distintivos bautistas.

Por ejemplo, la creencia en el señorío de Cristo es una convicción bautista fundamental. Ya que Jesús es Señor, los que le siguen deben hacer lo que él manda. Jesús mandó, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Más adelante declara, “y me seréis testigos” (Hechos 1:8). La Gran Comisión de Jesús (Mateo 22:36-40) nos llama a compartir las Buenas Nuevas acerca de él; amor al prójimo ciertamente incluye anunciarles la salvación en Cristo.

Para los bautistas, la Palabra de Dios es la fuente de autoridad plena para la doctrina y la vida cristiana. La Biblia enseña que la salvación del poder y del castigo del pecado, del infierno al cielo, viene solamente por fe en el Señor Jesucristo, el cual Dios nos dio en su gracia (Juan 3:16-18; Efesios 2:8-10). La Biblia documenta la declaración de Jesús, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

La salvación no viene por medio de las buenas obras, ni por los sacramentos, ni por el bautismo, ni por la membresía en una iglesia, pero solamente por una respuesta de fe al don de gracia que es la salvación que Dios nos dio por medio de Jesucristo. Por tanto, la Biblia también enfatiza la importancia de compartir el evangelio para que las personas puedan saber que deben creer en Jesús y ser salvos (Romanos 10:13-17).

La salvación se trata de una relación personal con Jesucristo. Los bautistas creen que la Biblia enseña que la salvación es vivencial, que resulta de una experiencia de arrepentimiento personal de pecado y de fe en Cristo. Jesús comparó tal experiencia con nacer de nuevo (Juan 3:7). La experiencia no es necesariamente emocional, pero sí es personal. Nadie lo puede hacer por otra persona.

La Biblia enseña que el evangelio es para todos, que todos los que en él creen hallarán la salvación (Juan 3:16; Romanos 10:13). Por lo tanto, se les debe instar a todas las personas a confiar en Cristo como Salvador y seguirlo a él como Señor.

El medio del evangelismo

Debido a la importancia del evangelismo, los bautistas utilizan todos los medios legítimos para exhortar a las personas a seguir a Jesús. La coerción no es un medio legítimo para conseguir que alguien se entregue a Jesús. Jesús no obligó a las personas a seguirlo (Mateo 19:16-22). Para ser genuina, una respuesta al evangelio debe ser libre y voluntaria. Por lo tanto, los bautistas creen firmemente que tanto el compartir el evangelio como la respuesta a él deben ser de voluntad libre.

Los bautistas creen que el evangelismo es una oportunidad y la responsabilidad de todo creyente. Aunque algunas personas son dotadas por Dios como evangelistas (Efesios 4:11), todos los seguidores de Cristo han de compartir el evangelio. Un aspecto de la enseñanza Bíblica sobre el sacerdocio de todo creyente es que cada creyente debe ministrar a otros como sacerdote, compartiendo el evangelio con ellos por amor.

El evangelismo es para todos, no solo para pastores, misioneros y evangelistas. El individuo quien comparte el evangelio con otras personas juega un papel vital en el evangelismo. Se le anima a cada bautista a orar y compartir un testimonio personal de su propia entrega a Cristo por fe, en otras palabras, a hacerse un testigo (Hechos 1:6-8). Las iglesias, asociaciones y convenciones brindan tanto la capacitación como el ánimo para que los individuos sean testigos.

Una parte del testimonio de los individuos abarca llevar una vida cristiana plena que atrae a otros al evangelio. Sin embargo, los bautistas reconocen que el estilo de vida sólo no puede comunicar adecuadamente la verdad medular del evangelio: la vida inmaculada de Jesús, su muerte sacrificial, su resurrección, y la necesidad de una respuesta de fe a él para ser salvo. Las palabras son necesarias (Romanos 10:8-17). El evangelismo incluye compartir las buenas nuevas tanto en obras como en palabras.

Predicar el evangelio (2 Timoteo 4:2) es otra manera en que los bautistas llevan a cabo el evangelismo. La predicación en el culto de alabanza generalmente lleva un énfasis evangelístico aún cuando el mensaje trate principalmente con otros temas. Los bautistas predican en cultos evangelísticos especiales, fuera de la iglesia al aire libre, y en campamentos para animar a las personas a creer en Cristo como Salvador y Señor.

La enseñanza (Mateo 28:20) por los bautistas también lleva un énfasis evangelístico. Por ejemplo, los bautistas consideran que la escuela dominical tiene un propósito doble—el estudio de la Biblia y el evangelismo. Las enseñanzas en las escuelas bíblicas de verano, en los retiros y en las conferencias contienen un elemento evangelístico. Las escuelas bautistas de todo tipo existen no solo para educar sino también para evangelizar.

El ministerio a la necesidad humana (Mateo 25:31-46) por los bautistas también trae un propósito doble—satisfacer las necesidades físicas, mentales y emocionales y también compartir el evangelio. La mayoría de bautistas creen que las necesidades no se llenan adecuadamente hasta satisfacer lo físico tanto como lo espiritual.

Los bautistas proveen organizaciones específicas y reuniones para fomentar y desarrollar el evangelismo. Por ejemplo, las convenciones bautistas tienen departamentos con personal quienes dirigen campañas evangelísticas, ayudan a iglesias y a otras entidades bautistas a mejorar el evangelismo, y ofrecen conferencias para instruir e inspirar a los bautistas en el evangelismo. De la misma manera, muchos seminarios bautistas cuentan con profesores que se especializan en enseñar el evangelismo.

La oración para que los cristianos puedan compartir el evangelio con confianza (Hechos 4:31) y para que las personas crean en el Señor Jesucristo y sean salvos, juega un papel prominente en los esfuerzos evangelísticos bautistas.

Obstáculos y desafíos al evangelismo

El énfasis en el evangelismo y los esfuerzos de los bautistas por realizarlo no están libres de obstáculos ni desafíos. Debido a la importancia vital del evangelismo en llevar a las personas a encontrar la salvación en Cristo, Satanás procurará estorbar los esfuerzos evangelísticos.

La apatía y la indiferencia de parte de los cristianos sin duda obstruye el evangelismo efectivo. Las causas de estas condiciones son muchas, tal como la inmadurez espiritual, la falta de conocimiento bíblico y el volverse atrás.

El temor también estorba el evangelismo. Las personas temen el fracaso, la burla, el rechazo, y hasta las respuestas hostiles si realizan el evangelismo. Se pueden vencer tales obstáculos al reconocer que el Espíritu Santo sostiene los esfuerzos por compartir el evangelio (Hechos 4:31). Jesús prometió que el Espíritu Santo daría poder a “los testigos de él” (Hechos 1:8). El Espíritu Santo, no la persona que testifica, trae convicción y compromiso al corazón de la persona perdida.

La duda de la exclusividad de Cristo para la salvación puede traicionar los esfuerzos evangelísticos. El universalismo (la creencia de que todos se salvarán finalmente), el relativismo (la creencia de que Cristo es solo un camino y no el único camino a la salvación) y el materialis-mo (la creencia de que nada existe menos la materia en movimiento y, por consiguiente, no hay salvación espiritual) prevalecen y socavan el evangelismo.

Conclusión

Los bautistas son personas evangelizadoras por sus creencias básicas y así utilizan muchos medios para compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo. Sin embargo hay obstáculos y desafíos que frustran los esfuerzos evangelísticos. Por medio de la oración y del crecimiento espiritual en Cristo, las dificultades se pueden superar, y el evangelismo puede extenderse de manera efectiva.

“El gran trabajo del evangelismo…debe ser emprendido por la iglesia como iglesia, y a medida que sea posible todo miembro debe unirse a sus filas.”
The Watchman, Dec. 10, 1896, p. 10